capítulo 3, el animal

El animal es parte también de la naturaleza y por ello podemos decir y saber que su cuerpo guarda la misma sabiduría, la misma ciclicidad, los mismos ritmos.

Y que por ende, la diferencia entre animal y humano es que, mayoritariamente, los animales continúan viviendo en su medio natural, bajo las sabias reglas de la Madre Naturaleza.

Con esto quiero llegar al punto de que los animales, comen, duermen, se reproducen, y vuelta a empezar.


Un cebra está bien consigo misma siendo una cebra, no se preocupa por tener rayas cuando otros a su alrededor no las tienen; una leona lleva genial el hecho de cazar y matar a fauce abierta a un mamífero más grande que ella por que ese es su alimento, no tiene problemas con matar a su comida porque es su naturaleza; un hipopótamo no se quiere cambiar los dientes, hacer una liposucción y poner capas de maquillaje en su piel para sentirse mejor consigo mismo, se acepta tal y como es, es y es hipopotamo, sin más; un colibrí no se siente menos por ser menudito; el pájaro que se posa entre las fauces del cocodrilo a limpiarle los restos de comida, no tiene miedo de estar ahí,...


Quiero decir con esto, que los animales fluyen en su naturaleza sin mayor complicación, son en su instinto sin miedo a ser. Y obviamente la diferencia entre el ser humano y el animal es más de una, pero no por ello dejemos de lado lo positivo de nuestra parte animal, en cuanto a nuestra parte natural se refiere.



El ser humano muchas veces se carga mentalmente de juicios, prejuicios, inseguridades, “ollas mentales”, temores, miedos, etc que nos impiden ser, ser como somos en nuestras esencias. Ser reales, ser naturales, ser espontáneos, ser fluidos, ser!


Me gusta a veces pensar en lo bien que tiene que estar una vaca pastando en la montaña sin más preocupación que la de rumiar y rumiar el brote fresco de la tierra.


Por supuesto, no me olvido, de la cantidad de animales que están explotados por el humano en sociedad capitalista consumista…. pero, desde la cabeza fría, esos animales ya no son animales, tristemente son productos….


Quedémonos con que reside en cada uno de nosotros la chispa de ser natural y animal, y pensemos en ella cuando algo se nos complique o cuando tengamos el día donde no nos aceptamos, pensemos en el hipopótamo!

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