72h de silencio y ayuno

Acabo de terminar 72 horas de ayuno y silencio, las primeras 45 también de ayuno de tecnología, redes y libros.

Este fue el consejo que me dio mi maestro tras compartirle la situación compleja que tengo en este presente.

Tras este ejercicio me he dado cuenta de varias cosas, en cierto modo esperaba darme cuanta de más, como tener una especie de revelación, pero creo que hacer esto a finales de julio en un piso de 40 m2 en pleno Raval rodeada de obras y vecinos gritones, no es el ambiente propicio para tener una revelación durante un ayuno.

La cuestión es más básica:

1- he pasado hambre y me he dado cuenta de que estoy sobre alimentada. Realmente no necesitamos comer todo lo que comemos, pues básicamente somos humanos sedentarios atados a un móvil o a un computador. Si haces deporte de manera regular, quizás si tengas que comer un poco más, pero igualmente, comemos más de lo que nuestro cuerpo puede procesar.

2-me he aburrido y me he dado cuenta de que estamos sobre estimulados. Todas las tecnologías, las redes, las pantallas nos mantienen en un estado de constante estimulación y no sabemos lo que es lo opuesto. Mis 45 primeras horas de no contacto con nada de eso, ni con libros, me mostraron lo amplio que es el tiempo, y lo “parada” que se queda mi mente, en cierto modo, sin estímulos. (Es cierto que el ambiente que me rodeaba no contribuía) Dormí un montón.

3-se me ha hecho super largo y me he dado cuenta de la medida del tiempo. Todo va tan rápido actualmente, que realmente esa velocidad nos está atropellando. Las cosas avanzan y evolucionan más rápido de lo que mi cerebro puede procesar, de lo que mi autoconocimiento puede sostener. Siento que nos estamos encaminando a una sociedad totalmente tecnologizada y Chatgepeteada donde la velocidad va ha seguir expandiéndose pero yo no voy a saber quien carajo soy.

4-no he entrado en redes ni he posteado nada en Kipu y me he dado cuenta que la cantidad de energía que pongo en “crear contenido” para que tú lo puedas ver y quizás aparezcas en mi consulta de Osteopatía, es demasiada. Porque esa es mi profesión, Osteópata, no creadora de contenido. Y parece que ahora todo y todos estamos secuestrados por esta creación de videos para que nos vean, para que nos reserven nuestro servicio o nos compren nuestro producto, sin que esas visualizaciones o likes sean siquiera una garantía de ello.

5-me he dado cuenta lo mucho que necesito la Naturaleza. Lo importante que es mirar por la ventana y ver verde, no una pared de ladrillos o las bragas de la vecina en el tendedero. Que vivir en la ciudad me ha agotado. Y que mi ser interno clama por Naturaleza como alimento para mi alma.

En definitiva, más allá de estas conclusiones, que no dejan de ser personales, he experimentado algo que hasta el momento no había hecho, y eso siempre es positivo para el humano, mi situación compleja sigue estando ahí, pero de algún modo la he relativizado pues, a fin de cuentas, no somos nada y esto mañana se termina.

Si has llegado hasta aquí, gracias! tu tiempo y el mío son oro. Si quieres conocerme, sabes donde encontrarme. Feliz día!

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