el viaje del árbol

Hace 4 años comencé mi Viaje del Árbol, aunque quizás lo empecé a los 19 cuando me marché de casa para independizarme, para huir del lugar donde vivía y no era feliz. Lo que pasa es que las cosas cuando una las comienza conscientemente, tienen más poder.

En el 2020 llevaba sin saber nada de mi padre más de 10 años, en ese entonces yo comenzaba una formación de 4 años que no tenía ni idea de como me iba a transformar y ha hacer trabajar.

Gracias a esa primera sesión en el tatami, donde toda la clase se presentaba y compartía aquel primer día, el maestro nos propuso un ejercicio que yo no quise hacer.

“¿no has podido hacerlo, verdad?” me preguntó el maestro al terminar.

Todos se habían levantado y le habían entregado al oído del compañero algo que a ellos les hubiera gustado recibir en algún momento de su vida.

“no he querido” dije yo toda orgullosa y segura.

Para mi no tenia sentido decirle a alguien algo que nunca recibí, no tenia ningún sentido, y no quise hacerlo.

“no has podido” repitió de nuevo el maestro “y te voy ha explicar por qué”

Y ahí comenzó mi verdadero y consciente Viaje del Árbol.

Después de aquel seminario me llevo unos meses reunir la energía y fortaleza para escribirle una carta a mi padre.

Pude verter todo lo que llevaba dentro de mi niña y de mi mujer adulta. No sabía si iba a obtener respuesta pero no importaba, ya había vacíado esa parte de mi corazón en el papel.

A los pocos días mi padre me respondió y ahí si que lloré, y él también lo hizo, según me decía, al recibir y leer mi carta.

Viajé a Oporto donde vive la mitad del año, pasé unos días con él, con toda mi desconfianza y mi inseguridad pero al mismo tiempo con toda mi energía y amor para hacer todas las preguntas incomodas y dolorosas de las que quería tener respuesta, conocerle como persona y un poco más como padre, entender su propia historia de vida, donde yo era un personaje secundario.

Han pasado ya 4 años de ese inicio del viaje.

La semana pasada, viaje a Salamanca, mi tierra, para realizar la cuarta etapa del Viaje del Árbol.

Tras haber sanado y ordenado la relación con mi padre, mi madre, mi hermana y mis abuelos, y con toda la repercusión que esto ha tenido en mi ser y en mi vida, ahora era el momento de hacerlo con mi niña interior.

He aprendido mucho sobre mi en estos años, he tenido el acompañamiento y sostén de mi maestro y mis compañeros de clase y me siento mucho más ligera y transformada, más en paz, más coherente.

Es por eso que ha brotado en mi El Viaje del Árbol como Experiencia Kipu para todas aquellas valientes que quieran sentirse también ligeras y en paz.

He desarrollado un itinerario de 4 meses con 7 sesiones donde descubrirás tu Árbol y tu Paz interior.

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Seguimos nutriendo las raíces y las flores! 💜🌳🤗